Parálisis

¿Has estado alguna vez en la línea que divide la vigilia del sueño, ojos abiertos, piernas y brazos inmóviles, tu perchero transformado en sombra que acecha en un espacio que no reconoces, las cuerdas vocales más quietas que los brazos, la angustia porque nadie puede venir en tu auxilio?

Se siente así, un poco, la tristeza. 

Pero no duermes, permaneces en el mundo de los despiertos. Puedes ver y oír, pero no consigues dar un paso al frente. Tampoco atrás. La casa muta en laberinto y todo lo que ha sido tuyo parece ajeno, extraño, distorsionado. Que hablar ayuda, dicen, pero no encuentras la palabra. Que no estás solo, pero en el instante más oscuro es ausencia lo que percibes.

Por terrible que parezca, la parálisis del sueño dura apenas un par de minutos. La tristeza, ¿cuánto dura la tristeza?

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